miércoles, 13 de abril de 2022

 Museo Mural Diego Rivera

Exposición Rostros y retratos
CIUDAD DE MÉXICO.



Más de 120 esculturas creadas por artistas como Ángela Gurría, Arnaldo Coen, Gelsen Gas, Gabriel Ponzanelli, María Lagunes, Federico Cantú , Fideas Elizondo y Luis Ortiz Monasterio se exhiben desde ayer en el Museo Mural Diego Rivera como parte de la exposición Rostros y retratos, presentada como “una larga investigación en torno al retrato escultórico en México”.
La muestra, que integra retratos de personajes como Sor Juana Inés de la Cruz, Diego Rivera, Marie Curie, David Alfaro Siqueiros y hasta el subcomandante Marcos, fueron realizadas en bronce, yeso, madera, piedra, mármol y aluminio, se divide en cuatro núcleos temáticos bajo la curaduría de María Estela Duarte.
La exposición que se presenta en el Museo Mural Diego Rivera presenta piezas de colecciones privadas e institucionales y distintas técnicas escultóricas
En el Museo Mural Diego Rivera se presenta la exposición Rostros y retratos: expresiones en volumen, muestra reúne más de 120 esculturas de 70 autores, entre quienes se encuentran 46 artistas nacionales. Con un marco temporal que abarca desde la segunda mitad del siglo XIX hasta la actualidad.




Esta exhibición es resultado de una larga investigación en torno al retrato escultórico y cierra una serie de capítulos con diversas aproximaciones a la escultura que la investigadora ha presentado en otros espacios. Se concentra en el retrato como medio de representación de una serie de atributos que encuentran expresiones diversas sobre temas como la patria, la composición étnica de una nación multicultural o la materialización del carácter de personajes icónicos.
La idea de la exposición crece a partir de la visita por parte de la curadora de la exposición, María Estela Duarte, al taller del artista Ernesto Tamariz, espacio donde se resguarda un amplio conjunto de piezas sobre andamios y anaqueles. De ahí surgió la idea de hacer una muestra que reuniera únicamente retratos escultóricos, haciendo énfasis en las posibilidades de este género, no solo en cuanto a sus capacidades expresivas, sino en tanto a la recuperación de las identidades.
La exposición integra retratos de personajes tan distantes en la historia, como fundamentales para comprenderla, entre quienes están Marie Curie, la emperatriz Carlota, sor Juana Inés de la Cruz y artistas imprescindibles del siglo XX, como David Alfaro Siqueiros, Dolores del Río y Gerardo Murillo Dr. Atl.




Como celebración de los 100 años del muralismo en México y como parte de la campaña #VolverAVerte de la Secretaría de Cultura federal, el Museo Mural Diego Rivera presenta dos nuevas exposiciones, ‘Rostros y retratos: expresiones en volumen’ y ‘Los murales de Pablo O’Higgins o la invención del porvenir’ que a partir del 6 de abril se abren al público sin costo alguno.
‘Los murales de Pablo O’Higgins o la invención del porvenir’ es una muestra que exhibe 10 bocetos del artista estadounidense en los que trabajó en un periodo de 30 años desde su llegada a México, donde tejió una amistad y relación de mentor-alumno con Diego Rivera. Considerado uno de los muralistas más importantes de la escena mexicana, su trabajo se vio hasta cierto punto eclipsado por las emblemáticas figuras de sus contemporáneos como David Alfaro Siqueiros o el mismo Rivera. Sin embargo, con el paso del tiempo se le ha reconocido por su influencia en las artes plásticas nacionales, así como por sus ideales políticos y sociales bien plasmados en su obra.
Los trabajos del muralista fueron donados por su esposa María O’Higgins en julio de 2017, quien lamentablemente falleció en diciembre del año pasado. Estos bocetos expuestos en las instalaciones del museo están también acompañados por fotografías e información que contextualizan la obra.



La segunda exhibición ‘Rostros y retratos: expresiones en volumen’ es un recorrido con más de 120 obras de 70 artistas, 46 de estos mexicanos. Se divide en cuatro núcleos, el primero titulado ‘Alegorías’ que concentran retratos donde destaca la libertad expresiva al representar expresiones; Rostro etnográfico, segundo núcleo, reúne la diversidad étnica que se refleja desde las formas hasta los materiales; el tercero, Personajes del mural, aprovecha el mural de Rivera ‘Testimonios de un Mural’ que también se exhiben en este museo para presentar esculturas de los integrantes de la icónica obra. Por último, el núcleo Histórico-Cultural concentra 6 secciones sobre importantes figuras historias en el ámbito científico, cultural, artístico, literario y social.
Esta exposición escultórica fue realizada por la curadora María Estela Duarte con el apoyo de la investigadora Mónica Sandoval Morales, quienes se dieron a la tarea de reunir las obras, así como realizar una investigación sobre éstas y sus autores.
Ambas exposiciones pueden visitarse hasta el 7 de agosto sin costo alguno. Además, se puede solicitar un recorrido guiado desde taquilla de manera gratuita o con anticipación desde el correo mmdr.difrusion@inba.gob.mx. Museo Mural Diego Rivera se encuentra en Calle Balderas, Colonia Centro, junto al metrobus Hidalgo.



Dentro de este contexto , la Coleccion de Arte Cantú Y de Teresa y El Museo casa Estudio Federico & Elsa presentan cuatro obras icónicas de la Escuela Mexicana de Escultura y talla directa que forman parte de dichos acervos



 

Ejemplo de ello es la maqueta en bronce de lo que alguna vez fuera el Monumento a la Madre de Luis Ortiz Monasterio y que desapareciera parcialmente a partir del temblor del 2017 , tambien y enriqueciendo esta visión de la mexicanidad se encuentra la firma monograma “ autorretrato como


escultor de Federico Cantú; escultura en bronce que muestra la firma del mural “enseñanzas de Quetzalcóatl” IMSS Centro Medico, mural que tambien sufriera daños en el temblor de 1995 , de ahí a que la importancia de dichas obras son el testimonio de una época de la monumentalidad en Mexico y sin duda Narran la maestria de estos dos coloso del arte nacional.



Adolfo Cantú




 

 

lunes, 4 de abril de 2022

  




Federico Cantú 1907-1989
La Cuaresma (en latín: quadragesima ‘cuadragésimo día (antes de la Pascua)’) es el tiempo litúrgico del calendario cristiano destinado a la preparación espiritual de la fiesta de la Pascua. Se trata de seis semanas de purificación e iluminación interna,
celebrado en las Iglesias católicas, copta, ortodoxa, anglicana, incluyendo algunas evangélicas aunque con inicios y duraciones distintas.
A lo largo del tiempo de Cuaresma, los cristianos son llamados a reforzar su fe mediante diversos actos de penitencia y reflexión. La Cuaresma tiene seis domingos incluyendo el Domingo de Ramos, en cuyas lecturas los temas de la conversión, el pecado, la penitencia y el perdón son dominantes. Es, por excelencia, el tiempo de conversión y penitencia del año litúrgico. Por eso, en la misa católica no se canta el Gloria en los ritos iniciales (excepto el Jueves Santo, en la misa de la cena del Señor, con el que inicia la Pascua o en fiestas y solemnidades: La solemnidad de San José y la Anunciación siempre cae en Cuaresma), ni el Aleluya antes del evangelio.


Existen evidencias de la existencia de prácticas cuaresmales, en particular del ayuno como preparación de la Pascua, desde fines del siglo II y principios del siglo III. Desde el año 322 existen noticias de la Cuaresma en Oriente, mientras que en Roma se celebró con seguridad al menos desde 385.5​ En los primeros tiempos de la Iglesia, la duración de la Cuaresma variaba. Finalmente en el siglo IV se fijó su duración en 40 días, con inicio seis semanas antes del domingo de Pascua.6​ por tanto, un domingo llamado precisamente «domingo de cuadragésima».
En los siglos VI-VII cobró gran importancia el ayuno como práctica cuaresmal, presentándose un inconveniente: desde los orígenes nunca se ayunó en domingo por ser día de fiesta, la celebración del Día del Señor. Para respetar el domingo y, a la vez, tener cuarenta días efectivos de ayuno durante la Cuaresma, en el siglo VII, se agregaron cuatro días más antes del primer domingo, estableciendo los cuarenta días de ayuno, para imitar el ayuno de Cristo en el desierto. Eran exactamente cuarenta los días que van del Miércoles de Ceniza al Sábado Santo, sin contar los domingos.
Con la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II se prefirió excluir del periodo cuaresmal los días del entonces llamado Triduo Sacro ya que no eran en realidad una conclusión de la Cuaresma sino ya una celebración de la Pascua entendida como el paso de la muerte a la vida (y no solo la resurrección) por lo que la Cuaresma, a pesar de no durar ya los 40 días medievales, termina el Jueves Santo después del oficio de Nona (Hora intermedia) que suele corresponder a las 3 de la tarde, con lo que las celebraciones de la Cena del Señor no forman parte de la Cuaresma, sino de la Pascua.





CYDT